Aspectos a tener en
cuenta a la hora de traducir

Es necesario hacerse tres preguntas:
¿Por qué se traduce?
Se traduce porque las lenguas y las culturas son diferentes, y esa diferencia lingüística y cultural es la razón de ser de la traducción.
¿Para qué se traduce?
La traducción tiene una finalidad comunicativa que pretende traspasar la barrera de incomunicación que existe debido a las diferencias.
¿Para quién se traduce?
Para un destinatario que no puede acceder a un texto y necesita un traductor que haga de mediador lingüístico y cultural.
Por lo tanto, hay que hacer hincapié sobre todo en tres ideas:
1. La finalidad comunicativa de la traducción.
2. El destinatario.
3. La finalidad real de la traducción.
Tampoco debemos olvidarnos de los factores extratextuales e intratextuales.
Los factores extratextuales se analizan antes de leer el texto, simplemente observando la situación y responden a preguntas tales como: ¿Quién lo escribe?, ¿para qué?, ¿para quién?, ¿cuándo?, etc…
Los intratextuales, influenciados por los factores situacionales, se descubren tras haber leído el texto y responden a preguntas como: ¿De qué trata el texto?, ¿cómo está escrito?, ¿qué tipo de oraciones emplea?, etc…
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